
Después de conocer su casa y tomar algo, nos fuimos a comer al Vips (tengo que decir que a Mario le encanta comer allí y siempre se pide lo mismo). Cuando terminamos, nos encaminamos al museo de cera. Yo había ido ya en 2 o 3 ocasiones pero hacía mucho tiempo y además los niños no lo conocían. Asi que disfrutamos del tren del terror, de un simulador, de una película de la historía de España, desde la prehistoria hasta la actualidad (todo en 30 minutos) y ya después,
del museo. Hay muchísimos personajes y algunos están muy logrados pero la mayoría no se parecen apenas.
Me hizo mucha gracia ver como habían desterrado a la figura de Jaime de Marichalar del lado de la familia real y lo habían colocado donde los toreros, detrás del burladero (como gran aficionado a los toros que es) por aquello de reciclar.
A los niños les gustaron mucho los payasos, los simpsons y los superheroes.

Y para rematar "Tía Arantxa" nos llevó al retiro a ver los patos y los peces.
La verdad es que el tiempo nos hizo bueno, pues no hizo calor, estuvo medio nublado y aún así yo acabé agotada, pero lo pasamos muy bien.
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