
Al día siguiente se desperto muy pronto y se puso muy contento al ver unas cuantas monedas al lado de su cama y un huevo de chocolate de los que le gustan tanto.
Pero ahí no terminó todo; al día siguiente fué a dormir con los abuelos y el generoso ratoncito le volvió a visitar allí y le dejó mas dinero para su hucha.
Fué muy emocionante para él y para nosotros, aunque a mi personalmente me quedó una pizca de pena por sentir que esto es otra etapa mas, otro signo mas de que mi bebé crece, se hace grande y se me va...

Este puente no hemos salido de viaje. Nos hemos quedado en casa castigados pues Jose se dió un golpe con el coche y la reparación nos va a acostar mucho dinero. Pero como los niños estaban un poco cansados de estar en casa, hemos decidido pasar la tarde en Aranjuez, un municipio precioso que tiene un palacio y unos jardines muy bonitos para visitarlos y pasar la tarde. Y un aliciente mas para ir son las famosas fresas con nata que te puedes tomar por cualquier parte y que están riquísimas.
1 comentario:
Que linda la historia del Ratón Pérez... Yo era bastante crecidita y dejaba los dientes a la espera de que él viniese... Que pena lo del coche... Pero lo bueno es que están todos bien... Catalina crece y crece... Un beso...
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