


Esta mañana ha tenido lugar en el cole de Mario, la tan esperada fiesta de Navidad, hay que decir que con mucho éxito. Los niños han estado geniales y de los profes no hablemos pues han trabajado muchísimo. Los papás y mamás hemos aportado nuestro granito de arena. Y todos lo hemos disfrutado, cayéndosenos la baba de ver a nuestra descendencia .
Por la tarde y por si no me había cansado demasiado, Mario ha dicho: "Llevame a patinar, llevame a patinar, llevame a patinar... y a la enésima vez le he llevado a patinar a la pista de

¿¿¿hielo???, (bueno un plástico que imita al hielo) que este pueblo tan emprendedor ha tenido a bien ponernos en la plaza para el disfrute de sus vecinos.
Para que dicho plástico resbalase bien le han echado una especie de grasa o aceite que manchaba muchísimo y Mario se ha rebozado pero bien.
Hemos llegado a casa hechos unas piltrafas humanas. Pero los niños son infinitos y aún le quedaba carrete(a mi nada) para irse a casa de un amiguito a jugar.
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