Estos días estoy agotada de tanto corregir exámenes. Estamos a muy pocos días de que acabe el curso y hay que corregir, sacar notas medias, hacer recuperaciones, etc. Y si a todo esto le sumas dos enanitos a los que hay que atender, cuidar, mimar, querer... y un poco de vida social que aún tiene una, pues el resultado son unas ojeras de kilómetro. Pero todo acaba y esto también , aunque me da pena por los alumnos, que son un poco hijos mios. Todos los años me pasa igual pero este año creo que me da mas pena porque estoy muy a gusto con el centro, con los compañeros y con los chicos y tener todo esto a la vez , hoy en día es un privilegio.
Mario necesita las vacaciones mas aún, todos los años por estas fechas se pone muy nervioso y se agobia mucho ( el cansancio también hace mella en él ). Todo esto se le manifiesta con algún tic que tarda en quitarsele 2 o 3 meses. Y a Víctor cada día le cuesta mas ir a la guardería y se queda llorando.
Esta semana y la que viene la tenemos repleta de cosas: 2 cumpleaños, 1 visita a una exposición, un concierto de música clásica, la fiesta de graduación de Víctor, otra exposición que montamos nosotros sobre Egipto con conferencia incluida que dará Jose y para rematar una excursión con los alumnos de bachillerato a la escuela de hosteleria. Nos van a enseñar la escuela y vamos a hacer unos talleres de cócteles y de pastelería (creo).Y la última semana las juntas de evaluación con lo cual tengo que quedarme a comer en el trabajo porque por las mañanas hay clase y por las tardes las evaluaciones.
¡Saldré de esta!
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