Ya ha vuelto mi lindo canarito. Este año (como me propuse) lo he llevado mejor pues he procurado estar ocupada todo el tiempo y no quedarme en casa lamentandome y tumbada en la cama de Mario oliendo su ropa. A parte de hacer muchas manualidades que tenía pendientes (ya pondré fotos) hemos visto 2 películas que me han encantado. Quizá sería porque no me esperaba gran cosa por lo que me han sorprendido tan gratamente estos dos títulos. En ambas el suspense está garantizado. EL orfanato trata de un matrimonio con un hijo que se trasladan a vivir a una gran casa que antiguamente fué un orfanato, con la idea de hacer un colegio para niños con deficiencias. El hijo del matrimonio desaparece y su busqueda ocupa toda la película, con un desenlace sorprendente. La habitación de Fermat trata de 4 matemáticos que son citados en una casa abandonada y son encerrados en una habitación cuyas paredes se van moviendo y van reduciendo la habitación. Cada poco tiempo les ponen un énigma que han de descifrar y tienen un minuto para resolverlo, si se pasan del minuto la habitación comienza a menguar.
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